CONSUMO MODERADO: DOS LATAS DE CERVEZA A LA SEMANA (EN DIAS DISTINTOS)
Especialistas en medicina, nutrición y alimentación se han reunido hoy en la Biblioteca Solvay de Bruselas en el marco del IV European Beer and Healht Symposium para analizar las últimas investigaciones científicas sobre los beneficios del consumo moderado de esta bebida sobre la salud. El acto ha sido presidido por el Prof. Jonathan Powell del MRC Centre for Human Nutrition Research de Cambridge y ha contado con la presencia de la Ministra de Sanidad austrica y presidenta de turno del Consejo, Dª María Rauch-Kallat.
Durante la jornada, dedicada al análisis científico, se han presentado nuevas evidencias que avalan el efecto positivo del consumo moderado de bebidas fermentadas sobre las enfermedades cardiovasculares, la influencia del silicio de la cerveza en la prevención de las enfermedades óseas y se presentaron las últimas investigaciones que avalan una relación positiva del consumo moderado de esta bebida y la prevención de ciertos tipos de cáncer.
CONSUMO MODERADO DE CERVEZA Y DIETA SALUDABLE
En el apartado dedicado a valorar la influencia de la cerveza en el contexto de una dieta saludable, el Dr. Jean-Michel Lecerf del Instituto Pasteur de Lille ha comentado que la cerveza no es únicamente una fuente de alcohol, sino que es una bebida compleja que se fabrica desde hace miles de años. El contenido nutricional medio de la cerveza es el siguiente: carbohidratos (40 g/l), alcohol (= 38g/l), proteínas (= 5 g/l); pero también contiene vitaminas (B1, B6, B9, C…), algunos minerales y fitonutrientes (polifenoles, fitoestrógenos…).
El Dr. Lecerf ha destacado que cada vez resulta más obvio que una ingesta moderada de cerveza puede mejorar algunos aspectos de la salud. Los hábitos de consumo también constituyen un factor importante en los efectos que la cerveza puede tener para la salud. Además, existen cada vez más datos sobre los compuestos fenólicos de la cebada y el lúpulo que sólo se presentan en la cerveza, es decir, las catequinas y flavonoides (xantohumol, isoxantohumol y 8-prenilnarigenina). Todas tienen efectos antioxidantes pero también propiedades fitoestrógenas que pueden participar en la quimioprevención del cáncer, en la protección ósea y en la función cognitiva.
Por su parte, el Dr. Jonathan J. Powell, del MRC Human Nurition Research, Eslie Widdowson Laboratory de Cambridge, Londres, ha presentado las últimas evidencias que confirman que el silicio contenido en la cerveza puede tener un efecto positivo sobre la osteoporosis. Este mineral junto a los flavonoides y su bajo contenido alcohólico favorece una mayor masa ósea. "Los cereales suponen la principal fuente de silicio de la dieta, y la cerveza es especialmente rica en este mineral; 500 ml. de cerveza aportan entre el 60-70% de la ingesta diaria recomendada de silicio. Además, el silicio que contiene la cerveza está presente en su forma bioactiva, es decir, de forma que se absorbe fácilmente por el organismo", ha destacado el Dr. Powell. El Dr. Powell explicó cómo el silicio favorece la salud de los huesos al promover la formación de minerales y colágeno. En general, las mujeres ingieren menos silicio que los varones y los mayores menos que los jóvenes.
El Dr. Norbert Frank, del German Cancer Research (Heidelberg, Alemania) ha comentado durante su intervención que recientes trabajos científicos publicados confirman que el xanthohumol, uno de los flavonoides presentes en la cerveza, puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer. Las investigaciones realizadas hasta el momento permiten afirmar que el xanthohumol ejerce un papel antioxidante muy importante, incluso mayor que el de la vitamina E, ya que tiene la capacidad de inhibir una familia de enzimas que puede activar el proceso cancerígeno.
Según los trabajos realizados por este investigador alemán, el xanthohumol en concentraciones muy bajas evitaba las fases iniciales de carcinogénesis en las glándulas mamarias de ratones de laboratorio.
CERVEZA Y PESO CORPORAL
El Prof. Dr. Arne Astrup ha confirmado que la prevalencia de obesidad en la UE se ha triplicado en los últimos 20 años. En 2005, entre un 20% y un 30% de los hombres y mujeres eran clínicamente obesos y otro 50% presentaban sobrepeso. El sobrepeso y la obesidad están asociados a una reducción de la esperanza de vida de entre 3 y 14 años, principalmente debido al desarrollo de un grupo de factores de riesgo denominado "síndrome metabólico". Según el Dr. Arne, una serie de estudios transversales han descubierto que el consumo de alcohol está inversamente relacionado con la prevalencia del síndrome metabólico en ambos sexos y que la asociación permanece cuando se tienen en cuenta otros factores relacionados. El efecto aparentemente protector del alcohol se observa especialmente en el caso de la cerveza y el vino y en menor grado en otras bebidas con mayor contenido alcohólico.
Por su parte, investigaciones dirigidas por el Dr. Henk Hendricks del Instituto de Investigación TNO en Alimentos y Nutrición de Zeist han concluido que el consumo bajo o moderado de bebidas fermentadas también se asocia a una reducción del riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2. Además, también se asocia a una disminución de riesgo de cardiopatías coronarias en diabéticos. Los ensayos han demostrado que el consumo moderado de alcohol puede afectar de forma beneficiosa a la sensibilidad de insulina.
EL CONSUMO MODERADO DE CERVEZA Y UNA MENTE Y CUERPO SANOS
En el apartado dedicado a valorar la influencia de la cerveza en la reducción del riesgo cardiovascular, el Dr. Ramón Estruch, del Servicio de Medicina Interna, del Hospital Clínic de Barcelona, ha comentado que el consumo moderado de bebidas fermentadas, como la cerveza y el vino, tienen efectos protectores sobre el sistema cardiovascular, por el alto poder antioxidante y antiinflamatorio de los polifenoles que contienen.
El Dr. Estruch ha destacado que hoy en día existe un amplio consenso entre la comunidad científica mundial sobre los efectos beneficiosos del consumo moderado de bebidas con contenido alcohólico sobre la mortalidad global y la cardiovascular en particular. En su opinión, se considera que el consumo máximo diario de alcohol no debe sobrepasar los 40 g al día en el varón y los 20 g en la mujer.
Durante las últimas dos décadas se han publicado numerosos estudios que indican que el consumo moderado de bebidas alcohólicas reduce de forma significativa la mortalidad global y la prevalencia de enfermedades cardiovasculares, además de tener efectos positivos sobre muchas otras patologías como cáncer, enfermedad de Alzheimer y diabetes mellitus.
Durante las últimas dos décadas se han publicado numerosos estudios que indican que el consumo moderado de bebidas alcohólicas reduce de forma significativa la mortalidad global y la prevalencia de enfermedades cardiovasculares, además de tener efectos positivos sobre muchas otras patologías como cáncer, enfermedad de Alzheimer y diabetes mellitus.
Sin embargo, no existen evidencias suficientes para saber si el efecto cardioprotector de estas bebidas se debe a su contenido en etanol o a sus componentes antioxidantes, especialmente polifenoles. Tampoco hay consenso sobre los efectos en el sistema cardiovascular de los diferentes tipos de bebidas alcohólicas (vino, cerveza y licores).
El consumo moderado de cerveza y el sistema inmune
Por su parte, la Prof. Ascensión Marcos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid, ha confirmado que si bien es sabido que el consumo de alcohol excesivo deprime el sistema inmune, de sus estudios se desprende que la cerveza, consumida de forma moderada por adultos sanos, puede mejorar la respuesta inmune contra patógenos externos, es decir, los agentes responsables de desarrollar enfermedades infecciosas. Además, tras las investigaciones, se observó un aumento de los leucocitos (glóbulos blancos) y linfocitos, así como una tendencia generalizada al incremento de los valores de las subpoblaciones de los linfocitos T.
Los linfocitos T son unas células inmunológicas que ayudan a destruir microorganismos invasores, protegen al cuerpo de bacterias específicas, destruyen virus, responden a tejidos extraños como los transplantes y además actúan como reguladores del sistema inmunológico.
Según la Dra. Ascensión Marcos, "tras un consumo moderado de cerveza se observa un aumento de linfocitos T con respecto a la fase inicial y a la fase de abstinencia, por lo que el consumo moderado de esta bebida, siempre que se trate de adultos sanos, puede mejorar la respuesta inmune de nuestro organismo".
La función cognitiva, la enfermedad de Alzheimer y el consumo moderado de cerveza
Finalmente, el Prof. Manfred Walzl de la Universidad de Graz, Austria, ha comentado que en los últimos años, se han publicado gran cantidad de nuevos estudios sobre el alcohol y la salud. Diferentes estudios científicos determinan que aquéllos que beben dos vasos de cerveza (o un vaso de vino) tienen una agilidad mental significativamente mejor que los abstemios. Cabe destacar el "Nurses Health Study" en el que se observó a 12.480 mujeres en Estados Unidos y demostró que las mujeres que bebían moderadamente obtenían puntuaciones cognitivas mejores que las abstemias. Además, se ha descubierto que los consumidores moderados son más felices, son un grupo en el que se registran menos suicidios, tienen menos quejas sobre la salud, menos bajas laborales, hospitalizaciones, mejor recuperación de enfermedades, están mejor formados y disfrutan de ingresos más elevados y de una vida social más rica.